Busca al Señor por el Arzobispo Dennis M. Schnurr
The Light is On for You (La luz está encendida para usted), el martes 19 de marzo, es un día especial en la Arquidiócesis de Cincinnati reservado para recibir el perdón de Dios en el Sacramento de la Reconciliación.
El nombre de esta iniciativa refleja la realidad del Sacramento de la Reconciliación, también conocido como Confesión o Penitencia. Es un sacramento de sanación y una luz que nos está llamando a casa. En las Escrituras, la luz se asocia frecuentemente con Cristo, y la oscuridad siempre se asocia con el pecado o el maligno.
La iglesia Católica a veces es acusada de estar obsesionada con el pecado. Sería más honesto decir que la iglesia está obsesionada con el perdón. Las palabras “perdonar” y “perdón” aparecen frecuentemente en nuestras oraciones y liturgias, así como en la Biblia.
Pero el pecado es una realidad innegable en la historia de la humanidad, comenzando con el pecado original de Adán y Eva, en el tercer capítulo de Génesis. Y el pecado nos toca a todos. “No hay distinción de personas, pues todos pecaron y estan faltos de la gloria de Dios” (Rom 3:23).
El período penitencial de la Cuaresma es el recordatorio anual de la iglesia de nuestro propio pecado. Al mismo tiempo, esta caminata anual de 40 días con Cristo en el desierto, es una invitación a “El tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca. Renuncien a su mal camino y crean en la Buena Nueva” (Mc 1:15).
En la lectura del Evangelio de Lucas para el Primer Domingo de Cuaresma, vemos al diablo tentando a Jesús con placer, orgullo y poder – tal como él nos tienta. En el Segundo Domingo de Cuaresma, Jesús advierte a sus oyentes que no son mejores que ciertos galileos pecaminosos. Dos veces dice: “Yo les digo que no. Y si ustedes no renuncian a sus caminos, perecerán del mismo modo” (Lc 13:3; 13:5).
Ese tema del arrepentimiento también aparece anteriormente en el Evangelio de Lucas. “No son las personas sanas las que necesitan médico, sino las enfermas”, dice Jesús. “No he venido para llamar a los buenos, sino para invitar a los pecadores a que se arrepientan” (Lc 5:31-32). Eso significa que todos nosotros. Todos necesitamos a Cristo, el médico, que viene a nosotros en el confesionario.
El arrepentimiento, que es un lamento o remordimiento sincero, es un primer paso necesario para la recepción del Sacramento de la Reconciliación. Fuera de eso, aún, Cristo no establece límites. No importa cuánto tiempo haya pasado desde la última confesión, o la gravedad de los pecados.
Como Arzobispo, invito a todos los Católicos de la Arquidiócesis de Cincinnati a aprovechar este sacramento de sanación especialmente el martes 19 de marzo. En esa fecha, que es también la Fiesta de San José, esposo de la Santísima Virgen, he pedido a cada parroquia o región pastoral que ofrezcan confesión de 7 a 9 pm. El Obispo Binzer y yo estaremos entre los sacerdotes escuchando confesiones esa noche. Para obtener más información, por favor visite el sitio web www.EncounterPeace.org.
Este es el sexto año consecutivo en que la Arquidiócesis ofrece The Light is On for You (La luz está encendida para usted). Aún, tenga la seguridad que la luz del confesionario está siempre encendida para usted. La mayoría de las parroquias ofrecen el sacramento por lo menos una vez a la semana, y los sacerdotes hacen citas para otros momentos.
No importa cuál sea su situación, no es necesario sentirse avergonzado o temeroso al acercarse a un confesor, ya sea cara a cara o detrás de una cortina (según su preferencia). El sacerdote le dará la bienvenida, como Dios le da la bienvenida, y le ayudará a hacer una buena confesión. Al final, él rezará, “a través del ministerio de la iglesia, que Dios le dé perdón y paz”, y luego le absuelve sus pecados.
Con esta gracia que fortalece, que su jornada de Cuaresma le traiga paz, gozo y la plenitud de la vida – los dones que Cristo quiere darnos a todos.