Busca al Señor par el Arzobispo Dennis M. Schnurr para Octubre
La mayoría de nosotros aprendimos de niños que la palabra “Católico” significa “universal”. Incluso nos referimos en ocasiones a la “Iglesia universal” para recordarnos que somos parte de algo más que la “Iglesia local”, que es nuestra Arquidiócesis.
La Iglesia es universal porque abarca toda la tierra. Cada lugar en el mundo es parte de la misión de la Iglesia. Pero la Iglesia también es universal en el sentido de que tiene la misión de difundir las Buenas Noticias en todas partes. Esa misión viene de Jesús quien dijo: “Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes” (Mt 28:19-20).
Este mes celebramos el Domingo Mundial de las Misiones, una oportunidad para expresar nuestra solidaridad con las 1,150 diócesis en la misión de la Iglesia. La Arquidiócesis de Cincinnati tiene 32 misioneros sirviendo en el extranjero y 28 en este país. Estoy muy agradecido con estos sacerdotes, religiosos y laicos. En este número de “The Catholic Telegraph,” usted leerá historias inspiradoras sobre ellos, junto con mí carta, un informe financiero de nuestra Oficina de Misión y una lista de 38 parroquias arquidiocesanas que participan en relaciones de hermanamiento con parroquias de todo el mundo.
Como miembros de la Iglesia universal, estamos llamados a orar y apoyar financieramente estos esfuerzos misioneros. Santa Teresita de Lisieux, una monja Carmelita de claustro, cuyo día de fiesta es el 1 de Octubre, es una de las santas patronas de las misiones porque sus oraciones y sus cartas apoyan a los misioneros.
Al mismo tiempo, como miembros del Cuerpo de Cristo, todos estamos llamados a ser discípulos misioneros. “Los seglares, cuya vocación específica los coloca en el corazón del mundo y a la guía de las más variadas tareas temporales, deben ejercer por lo mismo una forma singular de evangelización” (EN 70), escribió el Beato (que pronto será Santo) Pablo VI.
Nuestros campos de misión son nuestros lugares de trabajo, nuestros entornos sociales y – como el Beato Pablo VI reconoció – nuestras familias. Difundir las Buenas Noticias de nuestra fe en un tiempo en que los actos depravados de algunos cardenales, obispos y sacerdotes han estigmatizado a la Iglesia, no es una tarea pequeña. Es comprensible si usted no se siente preparado. Afortunadamente, hay muchas maneras de crecer en la fe y en conocimiento:
• Continúe leyendo “The Catholic Telegraph” para inspiración e información. La columna “Captura el momento” de Nicholas Hardesty, por ejemplo, está diseñada para equiparlo con las herramientas para ser un evangelista de todos los días.
• Escuche la Radio Católica del Sagrado Corazón en 740 AM, 910 AM, 89.5 FM, o en línea. Además de sus deberes parroquiales, he asignado al Padre Rob Jack para el ministerio de cada día de la semana en la estación. Su programa “Llevando la Fe a casa” de 4 a 6 p.m, está basado en torno a las noticias, a la iglesia local y a la fe personal.
• Asista a una conferencia católica de hombres o de mujeres.
• Tome clases de la fe en el Athenaeum of Ohio, que ofrece clases con descuento a los laicos.
• Aproveche los programas de Biblia o de enriquecimiento de la fe que se ofrecen en su parroquia durante el Adviento y la Cuaresma.
• Asista a las sesiones de RICA (Rito de Iniciación Cristiana de Adultos) en su parroquia. Aunque están destinadas para los catecúmenos y candidatos a la iniciación plena en la Iglesia Católica, muchas parroquias también dan la bienvenida a los feligreses que buscan una formación contínua.
• Comparta su camino de fe con otros de forma constante al formar o unirse a un pequeño grupo de fe.
Por encima de todo, no pase por alto lo obvio: la oración. Jesús prometió que el Padre enviará al Espíritu Santo a quienes lo pidan (cf. Lc 11:13).
Entonces, por favor, oren por las misiones, pero también oren al Espíritu Santo por la sabiduría, el coraje y la fortaleza para cumplir su propio llamado como discípulo misionero.